Aunque no sea un vehículo motorizado, un kayak requiere limpieza y cuidado, tanto antes como después de uso para extender su durabilidad y acabado final.

Usaremos como partida uno de nuestros kayaks como ejemplo, el Tamarok Battle Twelve, que está construido en plástico HDPE, partes de acero inoxidable y aluminio.

Por qué hacerlo

Desde el momento que ponemos el kayak en el agua, estará en completa exposición a arena, piedras, barro, musgo, polvo, sales, minerales e incluso algunos contaminantes biológicos.

Todos estos contaminantes pueden deteriorar de uno u otro modo las partes del kayak, causando corrosión en metales, pérdida de color en plásticos, manchas, rayones, obturación de rieles, pedales, entre otros.

Cuándo hacerlo

Es preferible actuar en forma preventiva y correctiva. Es decir, aplicar medidas antes del uso para evitar en mayor medida que los contaminantes se adhieran a las partes y dificulten su limpieza.

Por otro lado, después del uso se hace más que evidente aplicar medidas de limpieza a la mayor brevedad posible, removiendo todos los contaminantes adheridos en las partes del kayak.

Después del uso

Realizar una limpieza con agua fresca, ojalá a presión, para remover los contaminantes más superficiales, como arena, barro, piedras, así como sales y minerales que yacen sobre la superficie y algunos rincones.

Posteriormente es deseable lavar con algún jabón no abrasivo posteriormente, para remover contaminantes que permanecen más adheridos a las superficies y que pueden causar óxido y manchas.

Cuidar los plásticos

En los costados y bajo el casco, puede aplicar alguna cera líquida o en pasta para vehículos, esta podrá brindar buen brillo y crear capa que aisle contaminantes, que repela mejor el agua y rellene asperezas para que tenga mejor desplazamiento en el agua.

En los demás plásticos de la borda, puede considerar un restaurador y protector de plasticos, que no sea muy resbaloso, extenderá el color y brillo, además de también disminuir la adhesión de contaminantes que podrían formar manchas.

Cuidar los metales

Sobre los metales, es recomendable emplear aceite mineral, sintético o grasa, de modo que se protejan mucho mejor de contaminantes que causen corrosión o sarro, como el agua salada del mar y esteros.

Según las condiciones, estos lubricantes podrán atrapar polvo, minerales y otros contaminantes, por lo que debe estar limpiando y lubricando conforme considere necesario.

Partes incómodas

Puede que hayan rincones más difíciles de limpiar y cuidar, como filos entre las partes, dentro y debajo de los rieles. En estos casos es preferible desarmar las partes, limpiar, proteger y rearmar.

El interior del caso podría también ensuciarse o cometer agua. Es importante su limpieza, quizá únicamente con agua fresca y una solución con jabón de vez en cuando, más aún si hay cables o partes expuestas a daño.

Sistema de pedal

Si su kayak incorpora un sistema de pedal, es importante que inspeccione, limpie y lubrique todas sus partes: Los rodamientos, tensión de cadenas, aletas o propela, tornillería, cableado, entre otras partes de su sistema.

La lubricación es particularmente especial, ya que no solo protegerá sus partes de corrosión y abrasión, sino que también mejorará su experiencia de navegación, haciéndola más suave y confortable.

Empaques ajustes

Muchos accesorios instalados en el kayak suelen tener empaques y tornillos que los mantienen firmes y evitan filtraciones de agua y suciedad. Estos pueden simplemente aflojarse o dañarse tras prolongada exposición al sol, transporte o uso.

Por tanto es fundamental revisar con frecuencia el estado de la tornillería, que se encuentren bien ajustados y no estén trabados. En cuanto a empaques, revisar si necesitan un cambio o reforzar con silicón, espumas u otros materiales.

Otras sugerencias

En cuanto retire el kayak sobre el agua, procure realizar una limpieza rápida con agua fresca, removiendo así acumulación de sales y evitando la adhesión de contaminantes mientras lo transporta a un lugar más apropiado para realizar la limpieza completa.

Almacene su kayak en un lugar seco, ventilado, donde no reciba sol directo, lluvia ácida o se pringue de químicos, polvos y residuos orgánicos, lejos de metales que puedan calentarse y deteriorar los plásticos del kayak.